jueves, 2 de febrero de 2012

Cuento para pensar (II): La distancia de los corazones

"Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor."
San Agustín (354-430) 

Hoy me he encontrado con un cuento que me ha gustado mucho y he querido compartir con vosotros. Me gustaría mucho que me comentéis que enseñanzas extraéis de él. Me parece un texto muy luminoso y esclarecedor sobre las relaciones humanas. 
Espero que os guste!!



La distancia de los corazones

Un día, Meher Baba preguntó a sus mandalíes:
- ¿Por qué las personas se gritan cuando están enojadas?
Los hombres pensaron durante unos momentos.
- Porque pierden la calma- dijo uno-, por eso se gritan.
- Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? –preguntó Baba-. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía al maestro Meher Baba. Finalmente, él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas y discuten, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esta distancia, deben gritar para poder escucharse. Mientras más enojadas estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse la una a la otra a través de esa gran distancia.

Luego, Baba preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Pues que no se gritan, sino que se hablan suavemente, ¿por qué?... Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.

Los discípulos lo escuchaban absortos y Meher Baba continuó:  
-Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? Los enamorados no hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es, observad lo cerca que están dos personas que se aman. Así pues, cuando discutáis, no dejéis que vuestros corazones se alejen, no digáis palabras que los distancien más. Llegará un día en que la distancia será tanta que ya no encontrareis el camino de regreso.

Extraído de Juntos pero no atados (Ed. Amat), de Jaime Soler y M. Mercè Conangla

6 comentarios:

  1. Puede ser que la distancia más corta entre dos puntos sea el amor, aunque también la más larga.

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  2. Para mi, esa distancia también está marcada por la libertad. Cuando una persona se siente libre y decide estar con otra por elección propia, por el placer de compartir tiempo juntos y no por obligación. Aunque supongo que hablo de algo utópico porque lo cierto es que solemos poner demasiadas expectativas en una relación. Cuando aprendemos a respetar al otro como es y lo aceptemos, entonces sí puede darse el amor de verdad, el que no espera, el que, simplemente, siente. Y esto no es sólo aplicable al amor de pareja, creo que se da, de hecho, en el Amor en todas sus formas y contextos: amigos, hijos, hermanos...Bajo mi punto de vista, claro!

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  3. Distancia y libertad, dos grandes términos resbaladizos. La distancia con las cosas nos permite verlas, observarlas de manera algo más aproximada a como son, esto nos hace menos esclavos de la fantasía que nos rodea, pero alcanzar la libertad es un peldaño muy elevado que implica saber qué es lo importante y qué lo accesorio en la vida y a cada instante, luego ya viene la "equidistancia".

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    1. Pues hablando de lo que de verdad importa, me ha gustado mucho este artículo de Angeles Caso, aqui os lo dejo. Creo que merece la pena un minuto para leerlo y reflexionar: http://www.lavanguardia.com/magazine/20120119/54245109494/lo-que-quiero-ahora-angeles-caso.html

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    2. "Recuerda que el secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad está en el coraje" (Tucídides)

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