martes, 8 de mayo de 2012

¡Socorro, tengo un adolescente en casa!

La juventud es el momento de estudiar la sabiduría; la vejez, el de practicarla.
Jean Jacques Rousseau (1712-1778)



Vivir con un adolescente es una de las experiencias más enriquecedoras, fascinantes y tormentosas que existen. Quien lo ha vivido lo sabe. Nos enseña mucho de nosotros mismos, nos obliga a abrir nuestra mente y nos enfrenta a otra forma de educar mediante la única herramienta posible: la negociación.

Los múltiples cambios físicos y psicológicos, la revolución hormonal y la búsqueda de su identidad marcan este eterno periodo que puede llegar a amargar la existencia de toda la familia. Normalmente los padres y madres se desconciertan ante tanta bipolaridad, pasan de ver a sus hijos/as eufóricos a la absoluta desolación por notarles hundidos. Los adolescentes, en muchas ocasiones, le dan una importancia extrema a cuestiones que a los adultos nos parecen banales y, en cambio pasan olímpicamente de lo que nosotros consideramos esencial...el choque está servido.

Para colmo, en la búsqueda activa de su identidad, se alejan cada vez más de los padres, se identifican hasta el infinito (y más allá) con su grupo, imitándose unos a otros pero sintiéndose siempre diferentes y, por supuesto más incomprendidos y desgraciados que el resto de la Humanidad. Desarrollan un fortísimo sentido de la justicia, de la estética, de la amistad, del amor. Se vuelven tremendistas, se debaten entre el todo o nada en sus relaciones, vamos, una tortura absoluta para sí mismos y para los que los rodean.



Pero también nos aportan muchísimas cosas gratificantes: una frescura necesaria en su visión de la vida, una capacidad enorme de empatía, un alto grado de implicación social (muchos se dedican al voluntariado) y momentos inolvidables de charla y risas con los adultos.
Ellos también están confusos, notan cambios y sensaciones nuevas. Simplemente no saben cómo gestionar su nuevo "yo". Necesitan comprensión, confianza, algo más de libertad, muchísima comunicación y cantidades ingentes de paciencia por parte de los padres.

Es verdad que hoy por hoy es muy complicado sobrellevar la convivencia con los adolescentes, tienen mucha más información, más recursos y una inteligencia emocional más desarrollada, saben lo que quieren y lo quieren ya...para eso estamos los padres y madres, y es importante haber realizado una labor previa de establecimiento de límites, de escucha activa de sus inquietudes y problemas desde que son pequeños (aunque entiendan que nosotros no tenemos las soluciones), de desarrollo e confianza mutua. Para que, una vez llegada esta complicada etapa, se pueda vivir con respeto por ambas partes. Así que, si ya teneis un pequeño gran alienígena adolescente en vuestros hogares, os recomiendo, siempre bajo la premisa del sentido común y la autoridad paterna bien entendida, dos herramientas necesarias (vitales, diría yo!): paciencia y negociación. 



Como ya hemos tocado aqui el tema de los límites, os recomiendo darle una vueltecilla a la entrada: Pautas para marcar límites que quizá os pueda orientar.

Quisiera también recomendaros la lectura de esta entrada del blog de Mamá convergente que me ha encantado, se trata de una carta que escribe a su hermana adolescente y me gusta porque aunque está llena de cariño, creo que tiene la distancia justa para poder recomendar sin enjuiciar. Ya sabemos que a estas edades toleran mejor el consejo (aunque despues lo ignoren olímpicamente) que el "adoctrinamiento". He leido en esta carta consejos muy sabios que, al no existir el salto generacional tan grande que hay de padres a hijos, ayuda mucho a abrir debates y comunicarse (que ya sabeis que es la gran cuestión): Carta a una adolescente
Gracias a Eva (la mami convergente en cuestión) por su generosidad al dejarme compartir su entrada con vosotros.

Y como siempre, un video ilustrativo...en esta ocasión uno muy interesante sobre el funcionamiento del cerebro adolescente. Sería estupendo que pudierais verlos con vuestros proto, adolescentes puros y jovenzuelos varios para conocer su punto de vista y, nuevamente escucharles aprendiendo de ellos.
Funcionamiento del cerebro adolescente
¡Ánimo, que ya sabeis que eso se pasa con la edad!
¡Ah! Última recomendación...el libro "La edad del pavo" de Alejandra Vallejo Nájera, comenta y analiza lugares comunes de la adolescencia con mucho sentido del humor, que siempre ayuda.
¡¡Espero con ilusión vuestros comentarios para enriquecer este foro!!



6 comentarios:

  1. Hola, muchas gracias por tan interesante artículo. Quisiera hacerle una pregunta: sería recomendable que mi hija adolescente lea este artículo con la finalidad de adquirir una concientización personal de lo que ella está viviendo, y de esta manera poder lograr una madurez y más auto control, evitando cualquier desvio del que debe ser el correcto?

    Gracias

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    1. Hola Ildefonso, muchas gracias por seguir el blog, me alegra que te haya parecido interesante. Respecto a lo que me preguntas, creo que es positivo que lo lea si crees que puede ayudarle a entender sus cambios y tomar conciencia de que lo que le pasa es natural y nada trágico. Desdramatizar es importante.
      También podrias enseñarle el video, además me gustaría mucho saber su opinión al respecto.
      Un abrazo

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  2. Gracias por esta interesante entrada. Sólo aportar que si bien el tópico del adolescente tiene evidentemente una clara conexión con la realidad, también es cierto que es un época fantástica para ellos y para vivir en familia, una época que implica el paso del niño al adulto y que puede significar, un vínculo con el origen de la personalidad de cada uno, si miramos más allá de lo que nos disgusta y logramos conectamos con el yo que fuimos y que de alguna manera seguimos siendo, un yo que ahora tenemos enfrente en forma de nuestros hijos.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo con lo que planteas, de hecho he empezado el blog diciendo que vivir con un adolescente es una de las experiencias más fascinantes que existen, y lo digo en el más amplio sentido de la palabra porque como bien dices, nos conecta con nosotros mismos, incluso en las cosas que no nos gustan y que proyectamos en ellos sin remedio.
      También es cierto que hay adolescentes llevaderos y otros bastante insoportables así que supongo, que cada cual hablará de la película según como le vaya. Pero sin duda, la educación en esta fase de la vida supone todo un reto para los padres en el que no conviene perderse ni un detalle porque nos enriquece notablemente a ambas partes.
      Un fuerte abrazo

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  3. Un gusto leerte!! Vivir con adolescentes es una montaña rusa....nooooo, el Dragon Khan!! Debe de ser que no se negociar y no tengo paciencia, porque lo llevo fatal. Entiendo sus esteticas, sus lealtades, sus amigos, sus gustos, en todo eso soy abierta y pengo pocos prejuicios....pero no paso por sus faltas de resposabilidades y o de respeto. No me siento su "colega", si no su madre. Una familia "normal", quiero decir sin problemas graves de ningun tipo, ni desestructurada ni cosas tremendas...no consigo hacer que me entiendan, que tienen que estudiar, que no vale solo el "es que son tan educados", "chica..., si son muy buenos niños"...., eso ya lo se. Pero tengo que marcar limites todo el tiempo, exigirles mas trabajo, mas estudios, porque si no, les caen 5. Y no me gusta sentirme culpable, me he cansado de eso. Algo estamos haciendo mal, cuando repites y repites las cosas y todo sigue igual. He ido a psicologos, he hablados con los tutores, profesores, orientadores y no saco nada en claro. Bueno si, quemenos mal que estamos ahi, como padres y que sigamos, que en algun momento maduraran ..... Se nota que estoy agobiada??
    Yo seguire estando ahi, enfadandome cada vez que voy al instituto, o me mienten, pero ahi....
    Si supiera como hacerles "clic".... Todo lo demas iria rodado....
    Seguire leyendote a ver si aprendo algo y la que hace clic soy yo.....
    Un abrazo grande

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    1. Merche, por lo que cuentas se nota que lo estás haciendo genial, estás pendiente, cercana pero firme, poniendo límites. Efectivamente es necesario que ejerzas de madre, no de amiga, eso no funciona. Sé que es realmente cansado pero me temo que la reiteración, la perseverancia y toneladas de paciencia son las únicas vías...no decaigas, compañera, que son el futuro y nuestro deber es estar!!
      Ah, y lo de culpa nooooooo, fuera culpas, ¿de qué sirven?
      Enhorabuena super mami, seguro que con los años verás el resultado de tu persistencia y sonreirás recordando estos años!
      Un abrazo enorme y muchas gracias por compartir tus inquietudes y sensaciones. Me ayuda mucho!

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